Despedida a lo Indestructible

“Despedida a lo Indestructible”, es una serie compuesta por tres cuadros: "Fragmentos de lo Fluido”, “Lo que Queda al deshacernos” y “Life, Life”.

En esta serie, se propone una reconciliación con aquello que hemos desechado, ignorado y condenado al olvido. Lo que desechamos vuelve a nosotros; los residuos que arrojamos contaminan los océanos y reaparecen en nuestra comida, lo mismo que las emociones y pensamientos no procesados contaminan nuestra mente. Así como el mar recoge los restos de nuestra vida urbana, también las calles y los muros urbanos son superficies que absorben nuestra indiferencia, guardan la marca de lo olvidado y reflejan el desgaste del tiempo. La toxicidad que impregna el ambiente y lo mental se entrelaza en estas atmósferas.

Cada pintura se construye sobre materiales industriales, plástico, cintas y fragmentos del propio proceso de creación, haciendo visible lo que generalmente se esconde. Los muros, que antes eran impenetrables, se vuelven permeables, recogiendo no solo lo tangible, sino lo invisible y persistente de lo humano. La contaminación de la ciudad se funde con la del espíritu, mostrando que no hay frontera entre lo que afecta al entorno y lo que habita dentro de nosotros. En este espacio, los personajes de la obra sienten y saborean lo desechado, lo que duele o se teme, en un acto de aceptación que invita a cuestionar: ¿podemos despedirnos de lo que rechazamos sin antes reconocerlo y amarlo?

Cada cuadro revela así un proceso de desapego poético donde lo indestructible, por fin, puede transformarse a través de la reconciliación.