"Life, Life" es una celebración de la transformación y la liberación, un homenaje a la canción homónima del compositor Ryuichi Sakamoto que acompaña y da sentido al proceso creativo de esta pieza. En esta obra, al igual que en la música que la inspira, se explora la capacidad de la vida para renacer incluso en medio de las estructuras que la oprimen. Sakamoto, con su sensibilidad única, traduce en esta canción un anhelo de conexión con la naturaleza, la vida y la trascendencia, guiado por la poesía de Arseny Tarkovsky que dice: *"La vida, la vida es un regalo".
En el cuadro, un personaje atrapado en formas geométricas simboliza las estructuras rígidas e impuestas que nos constriñen —las que generamos y que a menudo olvidamos cuestionar. Sin embargo, al tocar estas formas, el personaje desencadena un proceso de disolución: las figuras desaparecen, liberándolo, mientras la naturaleza irrumpe con fuerza, invadiendo y reclamando el espacio. Este momento de liberación es tanto individual como universal, una metáfora del renacer que solo ocurre cuando nos atrevemos a enfrentar y disolver aquello que nos aprisiona.
El cuadro se construye con los mismos principios matéricos y filosóficos que atraviesan toda esta serie: una mezcla de materiales que oscilan entre lo orgánico y lo sintético —hierba, tinta, acrílico, spray y plástico— junto con elementos del proceso creativo. Estas capas invitan al espectador a ver no solo el resultado final, sino también el rastro del esfuerzo, la emoción y la búsqueda que dieron forma a la obra.
"Life, Life" reflexiona sobre la necesidad de aceptar y despedirse de lo tóxico para encontrar la posibilidad de un renacimiento. Si bien las otras obras de esta serie obras exploran la dualidad, esta pieza se enfoca en la conexión directa entre liberación y naturaleza, haciendo eco de la sensibilidad de Sakamoto por lo sutil y lo sublime. A través de sus trazos y materiales, este cuadro invita al espectador a escuchar y sentir lo que la canción transmite: que incluso en un mundo cargado de opresión y destrucción, la vida siempre encuentra un camino para florecer.